Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones causadas por virus, bacterias o parásitos que se transmiten de una persona a otra a través de contacto sexual (ya sea vaginal, anal u oral) a través de fluidos corporales como la saliva, el semen, el flujo vaginal y la sangre.
Las ETS son muy comunes, especialmente entre los jóvenes y las tasas de infección están aumentando en todo el mundo, ya que afectan a personas de todas las edades y razas. El especialista debe realizar un abordaje con tratamientos farmacológicos (medicamentos).
Se trata de patologías que pueden ser graves y potencialmente mortales, por lo que es vital tomar conciencia de los peligros que conlleva practicar sexo sin protección. Para evitar graves complicaciones de salud lo mejor es prevenir y tomar medidas para reducir al mínimo el riesgo de contraer una ETS.
A continuación, algunas de las ETS más frecuentes y sus consecuencias:
- Virus del papiloma humano (VPH). Es viral, produce lesiones en los genitales y puede derivar en cáncer. Se puede tratar con medicamentos y vacunas.
- Herpes genital. Los síntomas son úlceras dolorosas en los genitales, fiebre y dolor. Si no se trata puede causar complicaciones como problemas de embarazo y lesiones en los nervios.
- Clamidia. Produce descarga genital y dolor al orinar. Si no se trata puede causar infertilidad, problemas de embarazo y otros problemas de salud.
- Gonorrea. Es una enfermedad bacteriana. Los signos de alerta son ardor al orinar, descarga vaginal y flujo doloroso. Se trata con medicamentos, pero en el caso de no hacerlo a tiempo, puede causar infertilidad, complicaciones en el embarazo y otros problemas de salud.
- Sífilis. Las úlceras en los genitales o en la boca, fiebre y dolor en los huesos son algunos de los síntomas. Algunos problemas graves de salud que conlleva son daño cerebral, enfermedades cardíacas y problemas de embarazo. Se puede tratar con medicamentos.
- Tricomoniasis. Está causada por un parásito y es muy común. Hasta el 70% de las personas que la adquieren no presentan síntomas, pero otras refieren sentir picazón, infamación, irritaciones en el área genital y molestias durante las relaciones sexuales
- Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH). Destruye el sistema inmunológico del cuerpo y lo hace más susceptible a otras infecciones y enfermedades. Además de por contacto sexual también se puede transmitir a través de agujas contaminadas, sangre y fluidos corporales. Hay tratamiento, pero no tiene cura.
Cada ETS tiene unos síntomas diferentes, aunque algunos de los más comunes incluyen:
- Secreción vaginal anormal.
- Dolor al orinar.
- Dolor en el área genital.
- Protuberancias o ampollas en el área genital.
- Dolor durante el sexo.
- Erupciones cutáneas o sarpullido en el área genital.
- Descargas vaginales inusuales.
- Fatiga.
- Fiebre.
- Dolores musculares.
El simple hecho de utilizar un preservativo o condón puede marcar la diferencia al mantener relaciones sexuales ocasionales o con una persona que sabemos que tienen una ETS. También es importante hablar directamente con la pareja acerca de su historial de relaciones sexuales.
Ante la sospecha de haber estado expuesto a una ETS es importante hacerse cuanto antes las pruebas para confirmar si se ha producido contagio y, de ser así, confiar en un profesional de la salud para recibir tratamiento adecuado, generalmente basado en medicamentos para tratar la infección. Las ETS son enfermedades serias que pueden tener complicaciones graves si no se tratan.
Métodos preventivos de las ETS
La mejor manera de prevenir las ETS es evitar cualquier contacto sexual sin protección. Esto incluye el uso de condones masculinos y femeninos, así como la abstinencia sexual si fuera necesario. En las prácticas sexuales ocasionales o con distintas parejas es importante utilizar preservativos cada vez que se tenga contacto sexual.
Otra forma de prevenir las ETS es mediante la vacunación. Existen vacunas para algunos tipos de ETS, como la hepatitis B, el virus del papiloma humano, y la gonorrea. Estas vacunas pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer estas enfermedades. Además, hay vacunas disponibles para los adolescentes que los protegen contra algunas ETS.
La educación sexual y el uso de preservativos, claves para la prevención de las ETS
Además de la prevención, es importante que los adolescentes y adultos jóvenes reciban educación sobre la prevención de las ETS. Esto incluye información sobre cómo evitar las ETS, cómo tratar las infecciones, y cómo hablar abiertamente sobre el tema. La educación sexual es clave para reducir el riesgo de contraer ETS.
Finalmente, es fundamental que las personas con riesgo de contraer ETS se hagan pruebas de detección para tener la seguridad de que tienen una ETS y asegurarse de recibir los tratamientos adecuados. Estas pruebas son especialmente importantes para las personas que tienen relaciones sexuales con varias parejas o para aquellos que no usan preservativos durante el contacto sexual.
Diferencia entre ETS e ITS
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y las infecciones de transmisión sexual (ITS) son dos términos relacionados con la salud sexual que se usan a menudo de forma intercambiable. Sin embargo, aunque ambos se relacionan con la transmisión de enfermedades a través de relaciones sexuales, hay diferencias importantes entre los dos.
ETS
● Infecciones crónicas graves.
● Están causadas por virus o bacterias.
● Se transmite de persona a persona a través de contacto sexual. También se pueden transmitir de madre a hijo durante el embarazo o el parto.
● Ejemplos: VIH, sífilis y hepatitis B.
● Existen tratamientos para las ETS, pero algunas no tienen cura.
ITS
● Infecciones agudas de menor gravedad que las ETS.
● Están causadas por bacterias, hongos y virus.
● Se transmiten a través del contacto sexual con una persona que ya tiene la infección.
● Generalmente se curan con medicamentos.
● Ejemplos: gonorrea, clamidia, candidiasis e infección por el virus del papiloma humano (VPH).