Tal vez hacer ejercicio o practicar algún deporte sea lo que menos les apetece hacer a las personas que tienen depresión, pero una vez que dan el primer paso y comienzan a realizarlo, notarán un importante alivio de los síntomas, con resultados notables y muy positivos.
La depresión es una enfermedad clínica severa que va mucho más allá de experimentar tristeza por unos días. Sus principales síntomas son: sentirse triste o vacío; pérdida de interés en las actividades favoritas; aumento o pérdida del apetito; no poder dormir o dormir demasiado; cansancio; irritabilidad; ansiedad; culpabilidad; falta de esperanzas; dolores de cabeza; calambres; problemas digestivos, e ideas de muerte o suicidio.
El tratamiento principal consiste en fármacos antidepresivos (medicamento) y psicoterapia, aunque también hay que contemplar otras posibilidades que contribuyan a facilitar la calidad de vida de los pacientes y les ayude a reintegrarse en sus actividades diarias,
Realizar una actividad física durante al menos 45 minutos (o más) al día, por lo menos cinco días por semana, durante mínimo un mes completo, es suficiente para empezar a notar cambios positivos en el estado de ánimo. Se puede empezar con tan solo 10 o 15 minutos al día e ir aumentando paulatinamente el tiempo hasta alcanzar la meta fijada. El simple hecho de mantener la iniciativa y crear el hábito pueden marcar la diferencia. Es importante resaltar que únicamente cuando el hábito se mantiene a largo plazo es cuando se observan beneficios para la salud mental.
El tratamiento para la depresión tiene varias aristas, aparte del tratamiento con medicamentos se ha probado con estudios científicos que la actividad física puede contribuir efectivamente al tratamiento en conjunto con el resto del tratamiento para mejorar algunos de los síntomas de esta enfermedad como la tristeza persistente, la falta de energía, la ansiedad o la pérdida de interés por las cosas con las que normalmente se disfruta. Además, mejora la concentración para llevar a cabo las tareas de la vida cotidiana.
Se ha demostrado que cualquier tipo de actividad física prolongada como caminar, trotar, nadar, hacer yoga o entrenar en el gimnasio, aumenta los niveles de endorfinas en el cerebro, es decir, las hormonas que nos hacen sentir bien. Esto es fundamental para contribuir a que la persona se sienta con más energía y motivación. Para ser más exactos, el ejercicio interviene directamente en el alivio del estrés y la ansiedad, dos factores determinantes en los síntomas de la persona con depresión.
A todo lo anterior hay que añadir que tiene la potencialidad de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés y, al mismo tiempo, coadyuva para aumentar los niveles de serotonina y dopamina, neurotransmisores del cerebro que modulan el estado de ánimo, los patrones de sueño y el apetito.
Una de las principales ventajas de la actividad física es que es un proceso natural que se puede realizar sin costo alguno o con un costo mínimo y en distintos lugares, desde la casa hasta áreas abiertas; nuestro organismo está adecuado para realizar ejercicio y no tiene efectos secundarios perjudiciales. Adicional, al tratarse de una forma de autocuidado, también ayuda a mejorar la autoestima.
El ejercicio físico también ayuda a mejorar la autoestima
El ejercicio mejora la calidad del sueño en pacientes con depresión
Las personas con depresión suelen sentir fatiga, agotamiento y dificultades para dormir. Así, algunos sufren de insomnio (falta de sueño), mientras que otros experimentan hipersomnia (exceso de sueño).
En ambos casos, el ejercicio también puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, a través de la secreción de endorfinas y del cansancio físico que produce y, por ende, esto repercute en el estado de ánimo, los patrones de sueño y los niveles de energía que suelen estar afectados por la depresión. Además, puede ser una forma de manejar los pensamientos negativos y permitir a la persona que sienta un mayor control de su vida.
Por último, cabe mencionar el factor de la socialización, algo de gran importancia en el tratamiento de la depresión, ya que es imprescindible la interacción con los demás como parte de la integración a las actividades de la vida diaria y esto se puede lograr a través de actividades físicas que permiten conocer nuevas personas o se pueden realizar en grupo.
En conclusión, el ejercicio puede ser una herramienta muy poderosa, requiere compromiso, motivación y constancia; los resultados y el beneficio para el paciente con depresión son notables y puede ser mayor si se cuenta con el soporte de la familia y los amigos que juegan un papel determinante para ayudar a un paciente a salir triunfante de esta enfermedad.
¿Cómo tener motivación para hacer ejercicio contra la depresión?
Estos son las 5 claves para que una persona con depresión logre adquirir la motivación que necesita para comenzar a hacer ejercicio:
- Establecer metas realistas y alcanzables. Cuanto más pequeñas sean, más fácil será cumplirlas, y esa es una excelente manera para seguir adelante. Puede ayudar crear un cronograma y llevar un registro de la actividad física.
- Practicar una rutina. Establecer un horario para hacer ejercicio ayudará a mantener el compromiso para cumplir las metas. Procurar cumplir con el horario incluso si es un día extraordinario como día festivo.
- Buscar compañía para hacer ejercicio. Tener a alguien con quien compartir la motivación y brindarse apoyo mutuo sirve para no bajar la guardia y continuar con el objetivo. También es de utilidad ir a un gimnasio o unirse a un club de deporte con personas que compartan los mismos intereses.
- Elegir actividades divertidas. Realmente hace falta disfrutar del momento, ya sea practicando un deporte, en una dinámica de baile, en una clase de yoga o simplemente caminando con una compañía agradable o paseando a una mascota. Todas ellas son propuestas que generan bienestar.
- Recompensarse. Los logros merecen una recompensa. Cada vez que se alcanza un pequeño objetivo hay que premiarse con algo que suponga un disfrute personal.
¿Qué tipo de ejercicio puede ayudar a combatir la depresión?
Algunos tipos de ejercicio pueden ser particularmente beneficiosos para mejorar el estado de ánimo y luchar contra la depresión. Por ejemplo, los ejercicios aeróbicos como caminar, correr, ciclismo, bailar y nadar aumentan la frecuencia cardiaca y proporcionan una liberación de energía duradera, al tiempo que ayudan a aumentar la energía y reducir el estrés. Los diferentes tipos de yoga o pilates son considerados ejercicios de cuerpo y mente, siendo beneficiosos para la recuperación de la depresión.
Por otro lado, los ejercicios de resistencia, como levantar pesas o hacer repeticiones, también resultan muy apropiados porque aumentan los niveles de energía y mejoran la masa muscular y la densidad ósea.